Refranes comunes

Expresión proverbial que alude al sufrimiento. Se utiliza para explicar que se está sufriendo una situación perjudicial, pero no se quiere mostrar ni manifestar en público.

Frase coloquial que se utiliza para expresar sorpresa frente a los acontecimientos presentes de la vida cotidiana, aludiendo a que se muestran más asombrosos e insólitos que los que se observan en las películas y filmografías de ficción.

Expresión de uso popular que significa que los resultados negativos como consecuencia de cierta acción, no han sido tan negativos, o no han tenido tan mala repercusión.

Expresión proverbial que advierte, según el saber tradicional, que aquellas personas que sufren calamidades, son más proclives a seguir padeciendo en el futuro.

Dicho popular que significa sorprender a alguien realizando algo ilícito o cometiendo una infracción. Antiguamente, en épocas de escasez de alimentos, los pillos y granujas se colaban en los talleres de los panaderos para robar la masa. Algunos eran sorprendidos por la noche mientras la robaban.

Este dicho nos dice que tenemos que ser valientes, enfrentarnos a las situaciones complicadas, y afrontar lo que viene, o nos tocará aguantar las consecuencias repetidamente.

Expresión popular de origen bíblico (San Lucas, 4, 24), que se utiliza para hacer referencia a aquellas personas que son muy valoradas lejos de sus lugares de origen, mientras que en su propia ciudad, ya sea por envidias o por ignorancia, no consiguen prosperar ni se les tiene en cuenta.

Este dicho advierte sobre aquellas personas desagradecidas, que no se acuerdan de quien les ha ayudado, hasta que vuelven a necesitar su ayuda. Antiguamente, las personas religiosas rezaban a Santa Bárbara para pedir buen tiempo.

Expresión coloquial muy extendida que se utiliza en reuniones de gente o en actos multitudinarios, indicando que hay personas que faltan, que deberían estar, y que no están.

Este dicho proverbial indica que las desgracias y situaciones desfavorables no duran para siempre. Es algo temporal que tarde o temprano pasará. Se utiliza para animar a las personas que están pasando por malos momentos. También se usa: No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que los aguante.

Este dicho popular significa que todo lo negativo, tiene su parte positiva. Aconseja enfocarse en los aspectos favorables y anima a quien lo escucha a no dejarse llevar por el pesimismo.

Dicho en desuso que hace referencia a aceptar aquellas cosas que llegan sin remedio. Del mismo modo que aceptamos la parte positiva, debemos aceptar la parte negativa.

Expresión proverbial de uso común que advierte sobre mantener la cautela y no confiar en que lo que parece bueno, sea bueno en realidad.

Aforismo coloquial que se utiliza para explicar que aquellas personas que actúan correctamente, tendrán la recompensa de unos buenos resultados.

Esta expresión de uso cotidiano significa que ante una opinión, aquellas personas que permanezcan en silencio y no se muestren contrarias, actúan como si estuvieran de acuerdo. Se utiliza habitualmente para reafirmar la opinión de los que callan.

Esta máxima coloquial nos advierte sobre no confiar los asuntos importantes a personas con poca maduración, o que tienen poca experiencia, porque pueden estropearlo todo. Alude a que el culpable no es tanto la otra persona, como quien le adjudica la responsabilidad.

Dicho popular que se utiliza para relatar el conocimiento de alguna infracción, pero sin acusar a ningún culpable. Se utiliza esta frase cuando el interlocutor insiste en saber quién lo hizo.

Expresión proverbial de uso bélico que aconseja aliarse con aquellos enemigos a los que no puedes vencer. Se utiliza para justificar ciertos comportamientos que en un principio podrían parecer hipócritas.

Proverbio popular de origen judío que se utiliza para advertir a quien nos amenaza con hacer algo, que lo haga o que calle para siempre.

Expresión coloquial atribuida a Robert G. Ingersoll, que se utiliza para explicar que las personas, cuando tienen un cargo o cierta responsabilidad, se les sube a la cabeza y comienzan a actuar de acuerdo a sus propios intereses.

Esta frase proverbial se utiliza para reprobar el comportamiento de aquellas personas que hablan sin saber lo que dicen o que critican actos que ellos mismos cometen.

Expresión de uso popular que viene a significar que el ser humano es libre de sentir atracción por aquello que desee, sin tener que dar explicaciones al respecto. Aunque se trate de gustos poco comunes o fuera de los cánones oficiales.

Esta expresión de uso coloquial se utiliza para alentar y animar en los tiempos difíciles, al enunciar que pronto se acercarán situaciones más favorables. En su acepción más literal si que hace referencia al tiempo climatológico.

Este dicho significa que nadie atiende a las tareas que le tocan hacer, pensado que éstas las hará otra persona por él, pero no es así, por tanto el trabajo se queda sin hacer.

Nos advierte que cuando tenemos mucha prisa por hacer alguna cosa, tenemos que ir poco a poco y paso a paso, ya que si lo hacemos apresuradamente, podremos equivocarnos y tener que volver a empezar.