Refranes – Letra E

Echando a perder se aprende.

Echar margaritas a los cerdos.

Echar por el atajo no siempre ahorra trabajo.

El agua y el aceite no se mezclan.

El amor es ciego.

El avaro, cuanto más tiene, más quiere.

El bien viene andando; el mal, volando.

El buen cirujano corta por lo sano.

El buen paño en el arca se vende.

El buen perfume se vende en frasco pequeño.

El buey suelto, bien se lame.

El burro siempre rebuzna, aunque le pongan cuernos.

El caldo de pollo, te saca del hoyo.

El casado, casa quiere.

El comer y el poco hablar, nunca debe de dañar.

El comer y el rascar, todo es empezar.

El corazón no envejece, el cuero es el que se arruga.

El dinero disfraza de sabio al pendejo.

El dinero hace caballero.

El fin justifica los medios.

El flojo trabaja doble.

El flojo y el mezquino, recorren dos veces el mismo camino.

El fruto prohibido es el más apetecido.

El gallo más grande es el que más recio canta.

El gato cuando está amarrado, muere por desesperado.

El hábito no hace al monje.

El hambre agudiza el ingenio.

El hambre es el mejor condimento.

El hambre es muy mala consejera.

El hambre es tan maestra, que hasta a los animales adiestra.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

El hombre es fuego y la mujer estopa, viene el diablo y le sopla.

El hombre ignorante y necio, causa fastidio y desprecio.

El hombre no ha de ser de dichos, sino de hechos.

El hombre propone y Dios dispone, llega el diablo, y todo lo descompone.

El hombre que sabe, pronto sobresale.

El hombre y el oso, cuanto más feo, más hermoso.

El huésped y el pez, a los tres días hiede.

El invierno no es pasado mientras abril no es terminado.

El llanto, sobre el difunto.

El lloro de la mujer, no es de creer.

El mal de amores duele, pero no mata.

El marrano más trompudo agarra la mejor mazorca.

El martes, ni te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes.

El más amigo es traidor, y el más verdadero miente.

El matrimonio es como la lima, dulce al principio y amargo al final.

El mejor caballo necesita espuelas.

El mejor escribano echa un borrón.

El mentiroso ha de ser memorioso.

El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

El muerto y el arrimado, a los tres días apestan.

El mundo es un pañuelo.

El niño que llora y la madre que lo pellizca.

El ocio no quede impune; quien no trabaje, que ayune.

El pájaro no canta porque está feliz, está feliz porque canta.

El papá de los helados.

El peine que más raspa, es el mejor para quitar la caspa.

El perro del hortelano, ni come ni deja comer al amo.

El pez grande se come al chico.

El poeta nace, no se hace.

El potro que relincha, es porque le aprieta la cincha.

El que al cielo escupe en la cara le cae.

El que algo quiere, algo le cuesta.

El que anda entre la miel, algo se le pega.

El que apuesta por necesidad, pierde por obligación.

El que asa dos conejos, alguno deja quemar.

El que avisa no es traidor.

El que busca halla.

El que con vino cena, con agua desayuna.

El que conoce lo excelente, lo bueno le parece regular.

El que da y quita, con el diablo se desquita.

El que de santo resbala, hasta demonio no para.

El que entra a la iglesia aguanta la misa.

El que es buen gallo donde quiera canta.

El que es panzón, ni aunque lo fajen.

El que es perico, donde quiera es verde.

El que espera, desespera.

El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

El que fue a Sevilla perdió su silla.

El que guarda, siempre tiene.

El que hace la ley, hace la trampa.

El que la hace la paga.

El que la sigue, la consigue.

El que madruga, encuentra todo cerrado.

El que más temprano se moja, más tiempo tiene para secarse.

El que mata a puñaladas no puede morir a besos.

El que mucho corre, pronto para.

El que mucho ofrece, poco da.

El que nace para maceta no pasa del corredor.

El que nace para tamal, del cielo le caen las hojas.

El que nada debe nada teme.

El que no conoce a Dios, a cualquier santo le reza.

El que no enseña no vende.

El que no llora, no mama.

El que no quiera polvo, que no vaya a la era.

El que no se consuela, es porque no quiere.

El que no trabaja, no come.

El que no tranza no avanza.

El que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver.

El que parte y reparte, se queda con la mejor parte.

El que pega primero, pega dos veces.

El que persevera, alcanza.

El que por gusto es buey, hasta la coyunta lame.

El que quiera peces que se moje el culo.

El que ríe el último, ríe mejor.

El que rompe, paga.

El que sabe hablar, sabe también cuándo callar.

El que saca y no mete, busca y no encuentra.

El que se excusa, se acusa.

El que se excusa, se acusa.

El que se quemó con leche, hasta al jocoque le sopla.

El que siembra su maíz, que se coma su pinole.

El que siembra, cosecha.

El que tenga miedo a las espinas, que no entre a la nopalera.

El que tiene más saliva, traga más pinole.

El que tiene padrino se bautiza.

El que tiene un tío en Alcalá, ni tiene tío ni tiene ná.

El que torea al toro, tiene que aguantar la cornada.

El que trabaja por necesidad, poco tiene y poco gana.

El que tuvo, retuvo.

El que un día roba un huevo, al siguiente roba una res.

El que venga detrás, que arree.

El que vive de favores, sirve a muchos señores.

El que vivió de ilusiones, no alcanza el perdón de Dios.

El saber no ocupa lugar.

El sabio no dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice.

El sabio siempre quiere aprender, el ignorante siempre quiere enseñar.

El sordo no oye pero bien que compone.

El taco ajeno es el más bueno.

El tiempo de la siesta se acabó, mañana es hoy.

El tiempo es buen consejero, y sabe desengañar.

El tiempo es oro.

El tiempo lo dirá.

El tiempo perdido no se recupera.

El tiempo pone a cada uno en su sitio.

El tiempo todo lo cura.

El toro molinero, o bravo o traicionero.

El valiente vive hasta que el cobarde quiere.

Ella es una chupetica de ajo.

En abril, lluvias mil.

En boca cerrada no entran moscas.

En caliente, ni se siente.

En casa del herrero, cuchillo de palo.

En casa del pobre, dura poco la alegría.

En cualquier trabajo u obra, el que no ayuda estorba.

En el camino se enderezan las cargas.

En el hospital y en la cárcel se conocen los amigos.

En el país de los ciegos, el tuerto es el rey.

En febrero busca la sombra el perro.

En jaula abierta, pájaro manso.

En la boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso.

En la guerra y en el amor, todo vale.

En la mesa y en el juego se conoce al caballero.

En la tardanza está el peligro.

En la tierra de los calvos, los pelones son trenzudos.

En la variedad está el gusto.

En tiempo de guerra, cualquier hoyo es trinchera.

En tiempo de higos no hay amigos.

En todas partes cuecen habas.

Encender una vela a Dios y otra al diablo.

Entre broma y broma la verdad se asoma.

Entre col y col, lechuga.

Entre dos amigos, un notario y dos testigos.

Entre el chance y la risa, se mete la longaniza.

Entre más alto se esté, más dura es la caída.

Entre todos la mataron y ella sola se murió.

Es buena noticia el que no las haya.

Es bueno el cilantro, pero no tanto.

Es de bien nacidos ser agradecidos.

Es la gota que desborda el vaso.

Es más difícil quitar una maña que curar una pajuela.

Es mejor un mal arreglo que un buen pleito.

Es peor el remedio que la enfermedad.

Es una conchita de mango.

Es virtud el trabajar, como también el guardar.

Escoba nueva barre bien.

Ese se la da de gran cacao.

Eso es un arroz con mango.

Eso está más fácil que pelar mandarina.

Esta vida es un camote, y el que no lo traga se ahoga.

Estando lleno el pesebre, no hay que brincar las trancas.

Estar como caimán en boca de caño.

Estar como cucaracha en baile de gallinas.

Estar en tres y dos.

Estás como el vino, mientras más viejo más divino.