Refranes – Letra c

Caballo de buena andanza, ni suda ni cansa.

Caballo grande, ande o no ande.

Cacarear es fácil, lo difícil es poner.

Cachicamo diciéndole a morrocoy conchudo.

Cada Chango a su mecate.

Cada cosa a su tiempo.

Cada loco con su tema.

Cada maestrillo tiene su librillo.

Cada mochuelo a su olivo.

Cada moneda tiene dos caras.

Cada oveja con su pareja.

Cada palo aguante su vela.

Cada persona es dueña de su silencio y esclava de sus palabras.

Cada quien es dueño de hacer de su vida un papalote.

Cada quien lleva agua a su molino.

Cada quien mastica con los dientes que tiene.

Cada quien se pone la corona que se labra.

Cada uno cuenta de la feria como le va en ella.

Cada uno en su casa, y Dios en la de todos.

Cada uno lleva su cruz.

Cada uno sabe dónde le aprieta el zapato.

Cada uno se conoce por sus obras.

Caer como anillo al dedo.

Calumnia, que algo queda.

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.

Candil de la calle, oscuridad de su casa.

Caras vemos, corazones no sabemos.

Carbón que ha sido brasa, fácilmente vuelve a arder.

Casa con dos puertas, mala es de guardar.

Casarás y amansarás.

Centavo a centavo se enriqueció Gustavo.

Chango viejo no aprende maromas nuevas.

Chisme averiguado, jamás es acabado.

Chivo que se devuelve se desnuca.

Chocolate que no tiñe, claro está.

Clérigos, frailes y monos, quien ha visto uno, ha visto todos.

Come más que lima nueva.

Come más que un remordimiento.

Comer para vivir, y no vivir para comer.

Como buscar una aguja en un pajar.

Como éramos pocos, parió la abuela.

Como se vive, se muere.

Como siembres, recogerás.

Como te ven, te tratan.

Como te ves me vi, como me ves te verás.

Como vaya viniendo, vamos viendo.

Con dos que se quieran, con uno que coma basta.

Con el hombre callado, mucho cuidado.

Con el roce, nace el cariño.

Con esos amigos, para que quiero enemigos.

Con la ayuda del vecino, mató mi padre un cochino.

Con la intención basta.

Con la verdad se llega a todas partes.

Con las glorias se olvidan las memorias.

Con más hambre que un piojo en un peluche.

Con pan y vino, se anda el camino.

Con su maña, pesca a la mosca la araña.

Con toro que ya han toreado, vete con mucho cuidado.

Consejos vendo, y para mí no tengo.

Consejos y ejemplos que obligan, los que los muertos nos digan.

Contigo, pan y cebolla.

Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar.

Contra la fortuna, no hay arte alguna.

Corazón codicioso, no tiene reposo.

Cosa hueca, mucho suena.

Coser y cantar, todo es empezar.

Costar un ojo de la cara.

Crea fama y échate a dormir.

Creerse la mamá de los pollitos.

Creerse la última Coca-Cola del desierto.

Cría cuervos y te sacarán los ojos.

Cualquier fonda es restaurante, si tiene los platos limpios.

Cuando a uno le va mal, hasta los perros lo mean.

Cuando alguno, o alguna, te eche ojos, véndele caros tus piojos.

Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo.

Cuando el gato no está, los ratones bailan.

Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo.

Cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana.

Cuando el río suena, agua lleva. Cuando el río suena, piedras trae.

Cuando el tiempo nos ayuda, los secos troncos retoñan.

Cuando el vino entra, el secreto sale.

Cuando hay santos nuevos, los viejos no hacen milagros.

Cuando la desgracia entre a tu casa, ofrécele asiento.

Cuando la limosna es mucha, hasta el santo desconfía.

Cuando la mula es mula, aunque la carguen de santos.

Cuando la perra es brava, hasta a los de la casa muerde.

Cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.

Cuando menos se piensa, salta la liebre.

Cuando mucho lambe el perro, acaba por sacar sangre.

Cuando no hay amor, ni las cobijas calientan.

Cuando te toca, ni aunque te quites; cuando no te toca, ni aunque te pongas.

Cuando una puerta se cierra, otra se abre.

Cuando una rama se seca, otra está reverdeciendo.

Cuanto más viejo, más pellejo.

Cuchillito de palo, no corta, pero como joroba.

Cuesta más caro el caldo que las albóndigas.

Cuidados ajenos mataron al asno.

Cuidarlo como a la niña de los ojos.

Culo veo, culo deseo.